Cicatrices para no olvidar: lo que cuentan obras recuperadas de asalto en Brasilia

Brasilia, Brasil. Hace un año decenas de obras de arte, muebles antiguos y regalos de países extranjeros fueron arrancados, dañados o robados durante el asalto a las sedes del poder en Brasilia por simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro.

Algunos de los objetos que fueron recuperados o restaurados son expuestos a partir de este lunes en el Congreso de Brasil, pero con marcas aún visibles de los destrozos del 8 de enero de 2023.

El ataque, comparado con la invasión al Capitolio en Washington dos años antes por partidarios de Donald Trump, fue considerado por muchos como el mayor desafío a la democracia brasileña desde la última dictadura (1964-1985).

– “Marcas históricas” –

Las obras serán mostradas durante tres meses en el “Salón Verde” de la Cámara de Diputados, la antesala a las salas legislativas adornada con esculturas y murales.

La Cámara Baja indicó que los objetos “mantendrán intencionalmente las marcas históricas (quiebres, pérdidas o manchas) de los daños sufridos”.

“La obra transita en el tiempo y pasan cosas con ella que registramos y a veces decidimos dejar marcado. El dia 8 es un evento histórico. Esas obras son testigos de ese día”, dijo la restauradora de la Cámara de Diputados Aline Rabello al diario Folha de S.Paulo.

También serán exhibidas 30 fotografías tomadas el 8 de enero, que muestran los movimientos de los asaltantes en los pasillos legislativos y los estragos causados al acervo cultural del Congreso brasileño.

– Jarrones y huevo de avestruz –

Entre las obras que vuelven al Congreso está un huevo de avestruz, regalado por Sudán en 2012 al entonces presidente de la Cámara de Diputados brasileña, Marco Maia.

El objeto con grabados fue parcialmente restaurado, luego de que los invasores lo quebraran a pedazos y que algunas de sus piezas se perdieran.

También estarán expuestos los fragmentos -que se pudieron hallar- de un jarrón de porcelana dorado que fue donado por China en 2012, y otro ofrecido por Hungría un año antes.

Durante una ceremonia el lunes encabezada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, se presentará además un tapiz restaurado del artista y paisajista brasileño Roberto Burle Marx.

Había sido arrancado de una pared del Senado por los asaltantes, que lo rasgaron y orinaron encima.

– Saldo millonario –

Uno de los edificios más depredados en los disturbios fue la sede del Supremo Tribunal Federal (STF), especial blanco de la ira de los manifestantes por las investigaciones contra el exmandatario ultraderechista Jair Bolsonaro.

Solo en la sede del STF hubo 951 bienes robados, quebrados o completamente destruidos, y los gastos calculados para la renovación del salón plenario sumaron 12 millones de reales (unos 2,4 millones de dólares), estimó el STF en una nota enviada a la AFP.

En la Cámara de Diputados, 54 de los 64 objetos vandalizados fueron restaurados, por un costo de más de 280.000 dólares, según medios locales.

Eso incluye azulejos del mural “Ventania”, del maestro brasileño del abstraccionismo geométrico Athos Bulcão.

El Senado, con una veintena de obras dañadas, informó a la AFP que sólo la restauración de la pintura  “Acto de firma de la primera Constitución”, del artista del siglo XIX Gustavo Hastoy, costará más de 800.000 reales (unos 163.000 dólares).

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